octubre 20, 2009

Driadas



Las Dríadas son las habitantes y guardianas del bosque. Son conocidas por su amor a los árboles, los bosques y la música. Parecen hermosas y jóvenes chicas normales. Visten prendas que las hacen difíciles de localizar en los bosques y pintas sus cuerpos para hacerse casi invisibles. Tienen habilidades únicas en su raza como podar arboles con su voluntad o moverse sin hacer ningún ruido. Son exclusivamente femeninas y usan a los humanos o a los elfos masculinos como parejas. Algunas driades crecen normalmente, como niños humanos, aunque no poseen todos los poderes de las dríadas reales.

Físicamente, tienen unos rasgos muy delicados, parecidos a los de las doncellas elfas. Tienen los ojos violeta o verde oscuro, y su cabello y piel cambian de color según la estación. De esta forma pueden camuflarse entre el bosque sin que se las vea. En el invierno su pelo y piel son blancos, en otoño rojizos, y en primavera y verano tienen la piel muy bronceada y el pelo verde.


Cada dríada pertenece a un roble del bosque. Se hallan unidas a su árbol de por vida y no pueden alejarse a más de 300 metros de él o mueren lentamente. Una dríada es capaz de penetrar literalmente en un árbol y desde su interior tranportarse al roble del que ella forma parte.

Si alguien golpea al roble al que está unida, ella recibe físicamente el mismo daño, por lo que intentará defenderlo a toda costa.

Una dríada tiene absoluto control sobre el árbol al que está ligada, por lo que es capaz de provocar que sus ramas florezcan aunque no sea la temporada, que aparezcan nuevas plantas alrededor del árbol, e incluso puede provocar un crecimiento de hierba repentino que haga tropezar a los intrusos.

Las dríadas hablan varias lenguas y su gran inteligencia les permite comunicarse con casi todos los seres del bosque, además hablan el lenguaje de las plantas.

No son nada agresivas, y si son atacadas hechizan a sus atacantes como defensa. El hechizo de una dríada tiene un gran poder, y es muy difícil tener la suficiente resistencia a la magia como para no caer hechizado.

octubre 16, 2009

Silfos



El silfo es un espíritu elemental del aire. Y es como se le conoce comúnmente al macho del hada.
Están hechos de aire. Piensan y flotan. Son sutiles y evasivos. No reaccionan a los sentimientos, tampoco sienten. No se les puede alabar, alimentar o entusiasmar. Son seres exclusivamente del viento, del pensamiento y el vuelo. No es posible hacer que un silfo se preocupe por algo, pues la preocupación es una emoción.
Esta criatura habita en cuevas de bosques muy encerrados ya que la luz del sol le hace daño.
Se cree que los silfos son las criaturas más sabias de la Tierra ya que su memoria comprende antes de la creación del mundo. También que son espíritus elementales, se les atribuye el aire, como a los gnomos la tierra, a las ondinas el agua, y a las salamandras el fuego. A pesar de ser calificados de espíritus, los espíritus elementales carecen de espíritu, por lo que no evolucionan; son la naturaleza misma.

Se dice tras vivir 10.000 milenios cambian su color de cabellos a blanco pues la sabiduría de las Eras consume el color del pelo negro de la juventud.

Pueden viajar a grandes velocidades sin problema, aunque tras yacer con un humano, su poder de volar desaparece y se convierten en humanos. A diferencia de los elfos no poseen lengua hablada ni escrita sino el poder del pensamiento.
Los silfos son indiferentes a los elfos como los elfos lo son a los hombres, al considerar aburridas y sin importancia las teorías élficas sobre el apego a lo inmutable. Los silfos, en cambio, consideran al progreso como algo a lo debe permitirsele proseguir su camino.

Elfos


Los elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica que originalmente fueron considerados una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes mágicos.
La palabra elfo proviene del proto-germánico *albo-z, *albi-z, y del nórdico antiguo álfr, el alto alemán medio elbe.
La etimología primordial puede ser la raíz proto-indoeuropea *albh- que significa "blanco", del cual también proviene el latín albus "blanco".
En novelas de fantasía y folclore, los elfos son frecuentemente descritos como gente pequeña con orejas puntiagudas y personalidades traviesas. Además, en la visión más moderna son imperceptibles, y viven en los bosques y otros lugares naturales; así, se los mezcla con duendes y otros seres faéricos tradicionales,
En su versión literaria moderna, son longevos (pueden vivir milenios) y tienen poderes mágicos, que usan para proteger la naturaleza. Se cuenta que la raza élfica ha precedido a la Humanidad (J. R. R. Tolkien) en un gran número de milenios. Viven en sociedades análogas a las humanas, con reyes a quienes están sometidos. Aman el juego, la danza y el canto. A menudo pasan la noche entera en rondas infatigables que sólo interrumpe el canto del gallo, pues temen la luz del día y la mirada de los humanos. El que, de noche, en una llanura solitaria, se deja fascinar por la belleza de sus hijas y acepta entrar en su ronda, está perdido. Pero lo más frecuente es que sus danzas no tengan testigos; por la mañana se nota solamente en la hierba húmeda el rastro de sus pasos.
En alta fantasía, generalmente los elfos no son hostiles a los humanos, ya que los consideran inferiores y de poca importancia. A menudo desprecian a la especie humana como inferior y bárbara, del mismo modo que algunos miran a los animales de compañía y otros animales; el caso más extremo de eso podemos encontrarlo en los elfos de Pratchett, donde se trata de seres sin ningún tipo de empatía ni remordimientos, que tratan a los humanos (y a todo en general, hasta a ellos mismos) como fuente de entretenimiento, sin darle demasiada importancia al tipo de entretenimiento que proporcionen (música, danza, sujetos para torturar, etc.).
También hay elfos oscuros (svartalfer en la mitología nórdica), los cuales son retorcidos y malignos. Los elfos son enemigos de los orcos y goblins, y suelen estar permanentemente peleados con los enanos.